El carácter del Guerrero Íbero fue descrito por los griegos, quienes se fascinaron por unos soldados que se lanzaban al combate sin miedo alguno y que resistían peleando si retirarse aún con la batalla perdida.
Los romanos también volvieron a hacer hincapié en el carácter guerrero de los íberos, cuando una vez eliminada la amenaza cartaginesa, se lanzaron a la conquista de Hispania, coincidiendo con los griegos en el valor y el desprecio a la muerte en la batalla que demostraban los íberos.